Algo deben de tener los bares, porque se abren con la luna.
Porque levantan sonrisas y la sed de los besos, muecas, miradas altivas, celos
y versos.
Algo deben de tener que a veces, gobiernan en barras de Larios,
que huelen a baile y a risa, que embriagan a aquel que los pisa, algo deben de
tener los bares.
Algo deben de tener los bares, que parecen templos de
historias, con dibujos desanimados que en la noche se despliegan; para contar
sus historias, para exhibir sus princesas.
Algo deben de tener porque ellos, nos dan el sabor de boca
que salva de la rutina, la saliva entumecida, susurros que arreglan mundos,
lágrimas de plastilina.
Algo deben de tener los bares, que se fuman los recuerdos,
que a la vez son la nostalgia de personajes de cuento. Algo deben de tener los
bares, algo, pero yo no me acuerdo.
Algo deben de tener de magia, por sus luces y por sus
fuegos. Algo deben de tener de encanto si son refugio de cuerpos.
Algo deben de tener los bares, y sus descuentos vitales;
algo deben de tener de selva porque nos vuelve animales. Algo deben de tener
los bares.
Algo deben de tener que siempre, les está rondando mi
sombra: algo deben de tener los bares, porque se abren con la luna.
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