lunes, 11 de junio de 2012

Bar estacional

Las terrazas se adornan de verano, y las calles son una gran bolsa de caramelos con sabores divertidos.
Hace calor, y no es que dude de la eficiencia de los libros de auto-ayuda, pero prefiero los bares para eso de superarme y tus guerras de cerveza. En fin, eso de disfrutar del verano como si fuera la última vez que nos vemos o la primera que nos amamos. Es decir, suavecito y con pasión: dejar atrás los inviernos y cualquier sentimiento frío, a la mierda. Seguir contando primaveras el uno al lado del otro, y viceversa, que también cuenta. Prepararnos los bolis de otoño para escribir sobre sus hojas historias de nuestra historia (que es la mejor de todas las que te has inventado) hasta que se vuelvan partituras de bonito y todo retorne a la música, que es del único lugar de donde no debíamos de haber salido. Así que bailemos. Y sigamos tomando cerveza en cualquier bar estacional que te apetezca porque mira sí, este bar tiene encanto así con esa velita que te ilumina la cara. Tal vez, no sé...este verano podamos ayudarnos.

jueves, 7 de junio de 2012

Luna de Junio

Hay algo de romance en la luna de Junio y unos cuantos cigarros en el cenicero de la duda.
Una ventana cerrada por vacaciones, una bici y un puñado de cadenas.
El calor asfixia el vuelo de mi falda y unas frases inconclusas precipitan al vacío mi conciencia mientras las palomas se ruborizan y los mendigos piden vicios.
Me ovillo como gato sin saber ronronear, y los tejados me parecen demasiado altos y endebles.
Juego a que soy un buen perro mientras los botellines corren, y de bar en bar la música se hace más tenue: el calor sigue subiendo y la tensión de vivir baja unos cuantos grados en la escala de tu escalera: rutina incesante de recuerdos y futuros. Y los gatos. Los gatos se ponen negros al romance de la luna.

martes, 5 de junio de 2012

Saber leer

Romper el silencio y cortarnos con sus cristales. A veces me parece que eres sangre musical.
Nos hemos leído a medias del contrato la letra grande: "No seré propiedad de nadie", y ya ves; simétricamente tú, simétricamente yo...no te mires al espejo, lo firmamos de cualquier forma. Así nos seguimos amando unos cuantos ratos más, y de la cuenta no digas nada, que nos vamos a ir sin pagar (las consecuencias y varias veces), contigo, varias veces.
Y qué más da la letra pequeña, si ya nos hemos leído bastante: los lunares de la espalda y los collares de la nuca y los nudos de garganta. ¿Sabes?...¿o no sabes?