No pasa nada tía. Y me abrazó.
Hay personas que son un verano en las estaciones más frías de la vida.
La tristeza se manifiesta en forma de despedidas, no de daños o poesía. Arriba.
Pero no nos quedan partidos, ni tabaco, y esa terraza sigue cerrada.
Yo le miro sin comprender: el mundo se muere, un año nace, y seguimos sonriendo como si no fuera con nosotros. Es más, brindamos y todo.
No pasa nada tía. Y me besó.
Pero pasa. Un año. Y seguimos sonriendo a pesar de los adioses. A dios. A una de las mujeres de mi vida. Y te lo sigues tragando. Las lágrimas, y las canciones.
Yo te pongo ojos de música, y tú como labios de bailar. Y seguimos hablando de los malos ratos, y que bueno, que se pasa; que no pasa nada tío. Y así 2012.
¿2013? Pues igual, con 2013 versos más. Y todo el insomnio que quiera venir si es amando. Con todos los sueños que busques y todos los crucis que quieras en el camino de hacerse a uno mismo.
Lo de la belleza en los pasos de cebra es cierto: que es bueno parar de vez en cuando y respirar. Pero no esperar un 1 de Enero como solución a uno mismo. Ahora, o cuando sea...que no pasa nada tía y bueno…si pasa, vamos a estar preparados.
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